2 solomillos ibéricos.
200 g de queso de Cabrales.
1 copa de brandy.
1 vasito de leche evaporada.
1 cucharada de mantequilla.
aceite de ove.
sal.
pimienta.
Cortar los solomillos en medallones, salpimentar y pasar por la plancha. Sacar y emplatar.
Echar en un cazo el brandy, esperar que se evapore el alcohol y añadir la mantequilla y el queso troceado.
Remover bien hasta que quede integrado,.
Incorporar la leche y seguir moviendo. Retirar y verter sobre los solomillos. ¡Para hacerles una reverencia!