2 calabacines.
300 g de espinacas frescas lavadas.
1 cebolleta.
3 dientes de ajo.
125 g de queso mozzarella.
queso parmesano rallado.
1 brick pequeño de tomate frito.
aceite de ove.
orégano.
sal.
Picar la cebolleta y el ajo muy menuditos y sofreír en una sartén con aceite caliente y un pellizco de sal.
Mientras tanto, pelar y cortar los calabacines en daditos.
Agregar a la sartén cuando la cebolla esté doradita.
A continuación, incorporar las espinacas y esperar unos minutos hasta que estén hechas.
Añadir el tomate y dar unas vueltas.
Cortar el queso mozzarella en rodajas e incorporar junto con el orégano.
Pasar todo a una fuente de horno, precalentado a 180ºC
Rociar con el parmesano y hornear hasta que el queso esté dorado.¡Fenomenal!