2 kg de tomates maduros.
1 kg de patatas.
aceite de ove.
sal.
1 cucharadita de café de azúcar.
Quitar la piel a los tomates y cortar en trozos muy pequeños.
Poner en una cazuela sin aceite para que suelten el caldo. Una vez que se haya consumido, agregar un vaso de aceite y dejar que se frían, una hora más o menos.
Antes de terminar de freirse, añadir el azúcar y la sal.
Pelar las patatas y cortar en rodajas. Calentar abundante aceite en una sartén y freir por tandas. Sacar, poner sobre papel absorbente y luego pasar a una fuente.
¡Añadir el tomate y saborear!